Artrosis de cadera: síntomas, grados y tratamientos recomendados
¿Cojeas por un dolor en la cadera y en la ingle? No ignores los síntomas, podría tratarse de coxartrosis, un tipo de artrosis propio de esa zona. Te informamos sobre esta afección y te damos posibles soluciones para que recuperes la libertad de movimiento y mitigues o incluso digas adiós a los dolores en la cadera.
¿Notas un dolor en la ingle y la zona de la cadera que aparece al empezar a caminar, bajar escaleras o agacharte? Estos síntomas pueden ser una alarma del desgaste de la articulación de la cadera, conocido como coxartrosis.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento apropiado son claves para retrasar su progresión y aliviar los dolores. Te contamos todo lo que siempre has querido saber sobre lo que es la coxartrosis y sus grados. También hablaremos de sus síntomas y de los tratamientos disponibles para recuperar tu calidad de vida, incluyendo la magnetoterapia.
¿Qué es la artrosis de cadera o coxartrosis?
La coxartrosis es la degeneración de la cadera debido a la artrosis. Esta es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que produce el desgaste del cartílago, el cual actúa como amortiguador protegiendo los extremos óseos y favorece el movimiento de la articulación.
En este caso, hacemos referencia al desgaste del cartílago que cubre el fémur o la cavidad de la pelvis donde encaja el fémur. ¿Cuál es la consecuencia? La cadera se inflama y se vuelve rígida, lo que provoca dolor que se irradia desde la ingle a la rodilla, aunque estés en reposo
¿Por qué aparece la coxartrosis de cadera?
Las causas de la coxartrosis son variadas y algunos de los factores habituales son:
- Traumáticos.
Tras un golpe, una lesión, algún tipo de fractura, enfermedades mal curadas en la zona (luxación) o movimientos bruscos sobre la articulación. - Congénitos.
Estos factores están relacionados con el desarrollo del feto en el vientre materno. Nos referimos, por ejemplo, a una displasia de cadera, pero también a trastornos en el crecimiento del feto como la enfermedad de Perthes, que es una deformidad de la cabeza femoral. - Vasculares.
Con el paso del tiempo, se producen daños que desencadenan una artrosis de cadera. De nuevo, hablamos de la enfermedad Perthes, pero también de la artrosis por insuficiencia vascular u otras patologías como una disimetría ósea. - Obesidad.
El sobrepeso es un factor a tener en cuenta en la aparición de la artrosis de cadera. Si esta articulación se sobrecarga, aumenta el rozamiento y el esfuerzo que ha de realizar para moverse, lo que puede provocar un desgaste prematuro. - Otros factores
Otros factores determinantes son la edad, que desgasta tanto los cartílagos como los huesos, y los malos hábitos como el tabaquismo. Asimismo, tener una pierna más larga que la otra también es posible que termine por desencadenar un problema de este tipo.
¿Cuáles son los síntomas comunes de la artrosis de cadera?
La coxartrosis y sus síntomas dependen de las causas que la provoquen y de la persona que la sufra. No obstante, el síntoma principal de la artrosis de cadera es el dolor. Las molestias se sienten en la ingle, pero irradian a otras zonas como el glúteo, la cara posterior del muslo y la rodilla.
Además, suele acompañarse de una rigidez progresiva y falta de movilidad que te impiden realizar con normalidad tus actividades cotidianas. Algunas de ellas son tan simples como atarte el cordón de un zapato, subir a un autobús o entrar en la bañera. Asimismo, la articulación puede llegar a deformarse y entonces te provocará cierta cojera.
La lucha contra el dolor y la degeneración del tejido óseo y articular explican por qué la magnetoterapia es un tratamiento tan importante en la coxartrosis, como explicamos más abajo.
Los tipos de artrosis de cadera que puedes tener
Según las características y los síntomas que experimenta cada persona, podemos hablar de distintos tipos de coxartrosis.
Coxartrosis superolateral
Se da en el 60 % de los casos por una reducción asimétrica del espacio articular en la parte superoexterna de la articulación
Coxartrosis medial
Afecta a entre un 15 y 25 % de los pacientes con artrosis de cadera, predominando en las mujeres. La articulación se desgasta de forma simétrica y bilateral.
Coxartrosis concéntrica
La pérdida progresiva del cartílago produce un desgaste concéntrico del espacio articular y se da entre el 15 y el 25 % de los pacientes.
Diagnóstico de la artrosis de cadera o coxartrosis
Ante el dolor, la rigidez o una cojera aparente la mejor opción es visitar a un profesional. También si se ve afectada la posibilidad de realizar movimientos cotidianos como cruzar las piernas, agacharse o caminar.
Un traumatólogo especializado analizará la sintomatología, recogerá información y realizará una exploración física exhaustiva, incluyendo un estudio de la movilidad de la articulación.
Tras esta primera evaluación, se solicitarán ciertas pruebas diagnósticas que ayuden en la clasificación de la coxartrosis. Nos referimos, por ejemplo, a resonancias magnéticas, TAC o radiografías. Con ellas es posible comparar ambas caderas y llevar a cabo un diagnóstico certero.
Tratamientos no quirúrgicos para la artrosis de cadera
Una vez que se tiene el diagnóstico de coxartrosis, hay que comenzar a pensar en su tratamiento.
Entre las primeras medidas podemos hablar de la pérdida de peso, cuando sea necesaria, para evitar la sobrecarga de la articulación y el mayor desgaste de los huesos. No obstante, también se pueden valorar otras terapias conservadoras como la kinesioterapia, el uso de ciertos dispositivos y la práctica de ejercicio aeróbico para reforzar la musculatura de la zona.
El objetivo será aliviar el dolor, por lo que también es probable que el médico prescriba analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos para la coxartrosis y su tratamiento. Además, en determinados casos, también se recomiendan infiltraciones intraarticulares o tratamientos antiartrósicos.
Fisioterapia en casos de coxartrosis
La rehabilitación para tratar la coxartrosis en fisioterapia aporta buenos resultados al mejorar la movilidad de la articulación y fortalecer su musculatura.
No obstante, cuando se trata de un caso en el que tanto el cartílago como el hueso tienen un gran desgaste, el dolor es muy intenso. Si los tratamientos convencionales no son suficientes para eliminarlo, se recomienda una intervención quirúrgica para implantar una prótesis.
De este modo, se corregirá la deformidad, desaparecerá el dolor y mejorarán la función de la cadera y la calidad de vida del paciente.